El primer paso hacia un diagnóstico correcto comienza con una muestra bien tomada y correctamente conservada. La calidad del resultado depende, en gran medida, de cómo se recolecta, manipula y transporta la muestra desde el campo o la clínica hasta el laboratorio.
En animales menores, las muestras más comunes son sangre, orina y heces. Estas deben ser tomadas en tubos o recipientes estériles, debidamente rotulados con la identificación del paciente, la fecha y el tipo de examen solicitado. En ganadería, las muestras deben mantenerse refrigeradas y enviarse lo antes posible, especialmente en climas húmedos como el de Valdivia, donde la descomposición puede ser acelerada.
En nuestro laboratorio proporcionamos guías prácticas para cada tipo de muestra y ofrecemos asesoría directa a veterinarios y técnicos. Un muestreo adecuado evita errores diagnósticos, repeticiones innecesarias y costos adicionales. Si tienes dudas sobre el tipo de muestra o la forma de enviarla, contáctanos antes de realizar el envío. ¡Estamos para ayudarte!